Ablandar tierra y piedra

Transmutación [Tierra]; Druida 2

Tiempo de lanzamiento

1 acción estándar.

Componentes

V, S, FD.

Alcance

Corto (25 pies [7,5 m] + 5 pies [1,5 m]/2 niveles).

Área

Un cuadrado de 10 pies (3 m) de lado/nivel; ver texto..

Duración

Instantánea.

Tirada de salvación

Ninguna.

Resistencia a conjuros

No.

Descripción

Al lanzar este conjuro, se ablanda toda la tierra y piedra natural y no trabajada del área del conjuro. La tierra húmeda pasa a ser un barrizal; la tierra seca, arena o polvo; y la piedra se convierte en arcilla blanda, que puede cortarse y moldearse con facilidad. Afectas un área cuadrada de 10 pies (3 m) de lado hasta una profundidad de entre 1 y 4 pies (30 y 120 cm), dependiendo de la dureza o resistencia del terreno en ese punto. La piedra mágica, encantada, trabajada, o que no está al descubierto, no puede ser afectada, como tampoco lo son las criaturas de piedra o tierra.

Una criatura que está en el barro debe tener éxito en una salvación de Reflejos, o queda atrapada durante 1d2 asaltos, sin poder moverse, atacar ni lanzar conjuros. Una criatura que tiene éxito puede moverse por el barro a la mitad de su velocidad, aunque no puede correr ni cargar. La tierra suelta no resulta tan problemática como el barro, pero todas las criaturas que se encuentran en el área ven reducida a la mitad su velocidad normal, y no pueden correr ni cargar sobre esa superficie. La piedra convertida en arcilla no entorpece el movimiento, pero permite a los personajes cortar, modelar o excavar en zonas que antes no habrían resultado afectadas por esas acciones.

Aunque el conjuro no afecta a la piedra trabajada o que no está desnuda, los techos de caverna o las superficies verticales, como las caras de acantilados, sí pueden ser alterados. Esto último suele provocar un derrumbe desprendimiento de tierras, pues el material ablandado se despega de la pared o techo y cae (trátalo como un derrumbe sin zona enterrada, consulta el Capítulo 13).

El conjuro puede producir un daño estructural moderado a las construcciones artificiales, ablandando el suelo bajo las mismas, y haciendo que se asienten. Sin embargo, la mayoría de edificios bien construidos sólo resultan dañados por este conjuro, no destruidos.