Goblin

Los goblin son humanoides bajos y feos que miden poco más de 3 pies de altura. Sus cuerpos flacuchos están rematados con cabezas de gran tamaño y generalmente sin pelo con orejas enormes y ojos rojos u ocasionalmente amarillos. El tono de piel de los goblin varía según el entorno que los rodea; los tonos de piel comunes incluyen verde, gris y azul, aunque se han visto goblin negros e incluso blancos pálidos. Sus apetitos voraces son bien atendidos por sus enormes bocas llenas de dientes dentados.

Violentos pero fecundos, los goblins existen en estructuras tribales primitivas con constantes cambios de poder. Las tribus de goblin, que rara vez pueden satisfacer sus propias necesidades a través de la agricultura o la caza y la recolección, viven donde abunda la comida o cerca de lugares donde pueden robarla. Dado que son incapaces de construir fortificaciones significativas y han sido expulsados de los lugares de más fácil acceso, los goblin tienden a vivir en lugares desagradables y remotos, y sus pobres habilidades de construcción y planificación aseguran que vivan principalmente en cuevas toscas, pueblos destartalados y estructuras abandonadas. Pocos goblin son buenos con las herramientas o hábiles en la agricultura, y los objetos raros de algún valor que poseen suelen ser implementos desechados por humanos u otras culturas civilizadas.

Los apetitos de los goblin y la mala planificación dan lugar a pequeñas tribus dominadas por los guerreros más fuertes. Incluso los líderes goblin más duros descubren rápidamente que su supervivencia depende de realizar incursiones frecuentes para asegurar las fuentes de alimentos y matar a los jóvenes más agresivos de la tribu. Tanto los hombres como las mujeres goblin son feos y viciosos, y ambos sexos tienen las mismas probabilidades de ascender a posiciones de poder en una tribu.

Los bebés goblin son casi completamente autosuficientes poco después del nacimiento, y estos bebés son tratados casi como mascotas. Muchas tribus crían a sus hijos en forma comunitaria en jaulas o corrales donde los adultos pueden ignorarlos en gran medida. La mortalidad es alta entre los goblin jóvenes, y cuando los adultos no los alimentan o la comida escasea, los jóvenes aprenden a una edad temprana que el canibalismo es a veces el mejor medio de supervivencia en una tribu de goblin.

Los goblin tienden a ver a otros seres como fuentes de alimento, lo que genera malas relaciones con la mayoría de las razas civilizadas. Los goblin a menudo sobreviven al margen de la civilización humana, aprovechando a los viajeros débiles o perdidos y ocasionalmente asaltando pequeños asentamientos para alimentar sus apetitos voraces. Sienten una animosidad especial hacia los gnomos y celebran la captura o el asesinato de tales víctimas con un festín. De las razas más comunes, los semiorcos son los más tolerantes con los goblin, comparten una ascendencia similar y experimentan el mismo odio en muchas sociedades. Sin embargo, la mayoría de los goblin no son conscientes de la simpatía de los semiorcos y los evitan porque son más grandes, más malos y menos sabrosos que otros humanoides.

Los goblin son codiciosos, caprichosos y destructivos por naturaleza y, por lo tanto, la mayoría son neutrales malignos o caóticos. Cuando se molestan en adorar, los goblin siguen a la diosa Lamashtu y, en menor medida, a los cuatro dioses-héroes barghest: Hadregash, Venkelvore, Zarongel y Zogmugot.

Los aventureros goblin suelen ser curiosos e inclinados a explorar el mundo, aunque a menudo son asesinados por sus propias fechorías tontas o perseguidos por sus actos aleatorios de destrucción. Su naturaleza perniciosa hace que la interacción con razas civilizadas sea casi imposible, por lo que los goblin tienden a aventurarse en los límites de la civilización o en la naturaleza. Los individuos aventureros que sobreviven lo suficiente a menudo montan perros goblin u otras monturas exóticas y se concentran en el tiro con arco para evitar confrontaciones cercanas con enemigos más grandes. Los lanzadores de conjuros goblin prefieren la magia de fuego y las bombas a casi todos los demás métodos para propagar el caos.