Dominar persona

Encantamiento (Compulsión) [Enajenador]; Bardo 4, Hechicero 5, Mago 5

Tiempo de lanzamiento

1 asalto.

Componentes

V, S.

Alcance

Corto (25 pies [7,5 m] + 5 pies [1,5 m]/2 niveles).

Objetivos

Un humanoide.

Duración

1 día/nivel.

Tirada de salvación

Voluntad niega.

Resistencia a conjuros

Sí.

Descripción

Puedes controlar las acciones de cualquier criatura humanoide mediante un vínculo telepático con la mente del receptor.

Si comparten algún idioma, normalmente puedes obligarlo a hacer algo que desees, siempre dentro de los límites de sus posibilidades. Si no tenéis ningún idioma en común, sólo puedes darle órdenes básicas, como ‘ven’, ‘ve allí’, ‘lucha’ y ‘quieto’. El efecto no te permite recibir las sensaciones directas de la persona y ésta no puede comunicarse telepáticamente contigo, pero eres consciente de lo que le sucede.

Una vez que das una orden a una criatura dominada, ésta continúa intentando llevarla a cabo, dejando de lado todas las demás actividades, salvo las necesarias para su supervivencia diaria (como dormir, comer, etc.). Debido a su limitado ámbito de actividades, una prueba de Averiguar intenciones contra CD 15 (en lugar de CD 25) puede determinar que su comportamiento está influenciado por un efecto de encantamiento (consulta la habilidad Averiguar intenciones).

Cambiar tus órdenes, o dar a la criatura dominada una nueva orden es equivalente a redirigir un conjuro, lo que se trata como una acción de movimiento.

Concentrándote completamente en el conjuro (una acción estándar) puedes recibir la información sensorial completa que está interpretando la mente del receptor, aunque éste sigue sin poder comunicarse contigo. No ves realmente a través de sus ojos, por lo que no es tan útil como estar allí, pero sigues haciéndote una buena idea de lo que está pasando.

Los receptores se resisten a este control, y cualquier objetivo obligado a llevar a cabo acciones en contra de su naturaleza tiene derecho a una nueva tirada de salvación con un bonificador +2. Las órdenes claramente autodestructivas no son llevadas a cabo. Una vez que el control se ha establecido, el alcance en el que puede ejercerse es ilimitado, siempre que el receptor y tú estéis en el mismo plano. No necesitas ver al objetivo para controlarlo.

Si no dedicas al menos 1 asalto/día a concentrarte en el conjuro, el receptor tiene derecho a una nueva salvación para liberarse.

Protección contra el mal u otro conjuro semejante puede impedirte ejercer tu control, o usar el vínculo telepático mientras el receptor está protegido, pero no lo disipa automáticamente.