Protección contra el mal

Abjuración [Bien]; Clérigo 1, Hechicero 1, Mago 1, Paladín 1, Convocador 1, Inquisidor 1

Tiempo de lanzamiento

1 acción estándar.

Componentes

V, S, M/FD.

Alcance

Toque.

Objetivos

Criatura tocada.

Duración

1 minuto/nivel (D).

Tirada de salvación

Voluntad niega (inofensivo).

Resistencia a conjuros

No (ver texto).

Descripción

Este conjuro protege a una criatura contra los ataques y el control mental de las criaturas malignas, y contra las propias criaturas de ese alineamiento que hayan sido convocadas. El conjuro crea una barrera mágica que rodea al receptor a 1 pie (30 cm) de distancia, se desplaza con él, y tiene tres efectos principales.

En primer lugar, el receptor obtiene un bonificador +2 por desvío a la CA, y un bonificador +2 por resistencia a las salvaciones. Ambos bonificadores se aplican a los ataques efectuados por criaturas malignas.

En segundo lugar, la barrera concede de inmediato una nueva tirada de salvación (si se permitía una) contra todo conjuro o efecto que posee o ejerce control mental, incluyendo efectos de encantamiento (hechizo) y de encantamiento (compulsión), como hechizar persona, orden imperiosa, y dominar persona, con un bonificador +2 por moral, utilizando la misma CD que el efecto original. Si tiene éxito, dichos efectos quedan suprimidos durante la duración del conjuro, y se reanudan cuando expira. Bajo sus efectos, el receptor es inmune a cualquier nuevo intento de posesión o de control mental. El conjuro no expulsa a una fuerza vital controladora (como un fantasma o un lanzador de conjuros que está usando transmigración), pero evita que controlen al receptor. Este segundo efecto sólo funciona contra conjuros y efectos de conjuro creados por criaturas u objetos malignos, a discreción del GM.

En tercer lugar, el conjuro impide que las criaturas malignas convocadas entren en contacto físico con la criatura custodiada, lo que hace que fallen los ataques con armas naturales de tales criaturas, y que éstas se vean obligadas a retroceder en caso de intentar tocar a la criatura custodiada por este efecto. Las criaturas convocadas no malignas son inmunes a este efecto. La protección contra el contacto finaliza si el receptor ataca a la criatura convocada, o intenta forzar contra ella la barrera protectora. La resistencia a conjuros puede permitir a una criatura superar esta protección y tocar a la criatura custodiada.