Drow

Los drow son similares en estatura a los humanos, pero comparten la constitución esbelta y las características de los elfos, incluidas las distintivas orejas largas y puntiagudas. Sus ojos carecen de pupilas y suelen ser de color blanco o rojo sólido. La piel de los drow varía del negro carbón al púrpura oscuro. Su cabello es típicamente blanco o plateado, aunque no se desconoce alguna variación.

La sociedad drow está tradicionalmente orientada a las clases y es matriarcal. Los drow masculinos suelen cumplir roles marciales, defendiendo a la especie de amenazas externas, mientras que las drow femeninas asumen posiciones de liderazgo y autoridad. Reforzando estos roles de género, uno de cada 20 drow nace con habilidades excepcionales y, por lo tanto, se considera noble, y la mayoría de estos drow especiales son mujeres. Las casas nobles definen la política drow, con cada casa gobernada por una matriarca noble y compuesta por familias menores, empresas comerciales y compañías militares. Cada casa también está asociada con un señor demonio patrón. Los drow están fuertemente motivados por el interés personal y el avance, lo que da forma a su cultura con intrigas y políticas hirvientes, como jinetes drow comunes para el favor de la nobleza, y la nobleza asciende en el poder a través de una combinación de asesinato, seducción y traición.

Los drow tienen un fuerte sentido de superioridad racial y dividen a los no drow en dos grupos: esclavos y aquellos que aún no son esclavos. En la práctica, sin embargo, las razas que pueden compartir inclinaciones similares (como los hobgoblins y los orcos) y aquellos que sirven voluntariamente pueden ser tratados como razas servidoras y recibir cierta confianza y un rango modesto en la sociedad drow. Otros, como enanos, gnomos y medianos, se consideran aptos solo para el látigo. Los drow manipuladores se deleitan en explotar el carácter débil de los humanos. Si bien no afirman tener parentesco con los buscadores, los drow sienten curiosidad por la raza de las sombras, ya que ambas son adaptaciones de razas expuestas a condiciones extremas y peligrosas. Finalmente, el odio de los drow hacia los elfos diferencia a estos seres de todas las demás razas, y los elfos oscuros no desean nada más que arruinar todo acerca de sus primos de la superficie.

Los drow valoran el poder y la supervivencia, y no se disculpan por las viles elecciones que puedan hacer para asegurar su supervivencia. Después de todo, no solo sobreviven a la adversidad, sino que la conquistan. No les interesa la compasión y no perdonan a sus enemigos, tanto antiguos como contemporáneos. Los drow conservan los rasgos élficos de fuerte emoción y pasión, pero los canalizan a través de salidas negativas, como el odio, la venganza, el ansia de poder y la pura sensación carnal. En consecuencia, la mayoría de los drow son caóticos malignos. Los señores demonios son sus patrones elegidos, comparten su inclinación hacia el poder y la destrucción, y también favorecen a la diosa Lamashtu.

Conquistadores y traficantes de esclavos, los drow se ven obligados a expandir su territorio, y muchos buscan resolver antiguos rencores entre naciones élficas y enanas en sitios ruinosos y lúgubres de poder disputado en la superficie. Los drow masculinos prefieren las clases marciales o sigilosas que los acercan a sus enemigos y sus hogares, ya sea como soldados o como espías. Las mujeres drow suelen asumir clases que se prestan al liderazgo, como bardos y especialmente clérigos. Ambos sexos tienen un talento innato para las artes arcanas y pueden ser magos o convocadores. Los drow son antipaladines naturales, pero los hombres a menudo se desalientan de este camino, ya que la nobleza femenina se siente incómoda con la idea de hombres de voluntad fuerte con instintos autónomos y una relación directa con un señor demonio.